El proyecto pfp anunciado en diciembre de 2021, Bored Bunny NFT, traía consigo un cúmulo de promesas carentes de realidad, y ante la irremediable situación de presunto rugpullers diversos usuarios denunciaron el fracaso del proyecto.

Este acontecimiento ocasionó la pérdida de más de US$ 20M según lo informado por el detective blockchain, @zachxbt**,** que reveló incluso la participación del equipo desarrollador en otros proyectos de lista negra (blacklist)

“Curiosamente prometía el beneficio de «2x, 5x, o incluso 10x el valor de su inversión en pocos días”, explica zachxbt en alusión a que los inversionistas podían duplicar y multiplicar su inversión según las promesas del proyecto, situación que por lo general aprovechan los primeros en adentrarse o quienes manejan información privilegiada.

La cultura de cancelamiento aún no llega al espacio blockchain, pero poco a poco son más quienes se sienten afectados, por colecciones que marcan fuertemente la pauta gracias a las colaboraciones con influencers y youtubers.

Sin duda alguna, este tipo de iniciativas solo están sustentadas por un momento fugaz en el que solo ganan los de la pirámide, enmarcándose en el lado oscuro de la blockchain.