Un millonario mexicano y CEO de Frida.NFT, Martín Mobarak, decidió quemar Fantasmones siniestros, una pintura tomada de los diarios de Frida Kahlo y ahora podría enfrentarse a una demanda por parte de la familia heredera de la artista, y a su vez, está siendo investigado por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) para determinar si lo que cometió fue un delito.

Fantasmones siniestros fue quemado el pasado 30 de julio en la residencia de Mobarak ubicada en Miami, Florida, con el objetivo de convertirlo en 10mil piezas más que serán vendidas como NFT. Se trata de una pieza artística valorada en el sector por al rededor de 10 millones de dólares, precio que podría cuadruplicarse si el CEO de Frida.NFT logra sus objetivos.

La obra fue quemada en celebración de una fiesta tradicional que acogió su propietario acompañado de un círculo social de filántropos, quienes coinciden con sus ideas caritativas. Tras revelar el precio de los tokens por un estimado de 3 ETH cada uno, en su hoja de ruta revelan que el 30% de las ganancias serán donativos para centros benéficos del sector salud.

Por su parte, la justicia mexicana acusó al empresario por «destrucción deliberada de un monumento artístico» y se encuentra investigando si lo que ha sucedido es un delito contra el patrimonio artístico, pues a pesar de ser el propietario el Instituto de Bellas Artes parece no haber visto con buenos ojos la iniciativa de pulverizar los Fantasmones de Frida para verlos tan solo por última vez desde lo no fungible.