La nación más grande del mundo, Rusia, fue adjudicada como el tercer país con mayor actividad minera en relación con las criptomonedas según informes del Centro de Finanzas Alternativas de la Universidad de Cambridge. Sin embargo, en enero de 2022 el banco central ruso propuso prohibir la minería de criptomonedas justificándose en los efectos negativos que promueve la actividad especulativa.

Conforme lo reseñado por Forbes el gobierno ruso consideró que “la ausencia total de regulación de esta industria, así como el establecimiento de una prohibición, conduciría a un aumento en los casos de fraude y la desestabilización de la industria en su conjunto”.

Días después el gobierno y el banco central “acordaron un régimen para la circulación de criptomonedas en Rusia: antes del 18 de febrero”, por lo que promulgarán un proyecto legislativo sobre la corriente de monedas digitales en la Federación Rusa, en el que las criptomonedas sean reconocidas como análogos fiduciarios y no como activos financieros digitales.

El inminente interés ruso por controlar la criptominería presiona a la legislación a tomar medidas rápidas y certeras ante el auge de la blockchain, por lo que “es muy probable que al menos parte de la nueva regulación entre en vigor en la segunda mitad de 2022 o a partir de 2023”, según informó kommersant.ru.

Destacó que la posesión y transacción de criptomonedas en la Federación Rusa no está prohibido, solo se legitima su uso (al igual que el dólar americano) a través del “organizador del sistema de cambio de moneda digital” un sistema bancario p2p legalizado en la jurisdicción.